Las impresiones de seguridad producidas para el evento —diplomas de premiación, certificados de participación y certificados conmemorativos— también salieron de las gráficas de la CMB. Los proyectos de las monedas conmemorativas fueron desarrollados por equipos del Banco Central y de la Casa da Moeda do Brasil con el soporte técnico del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos. Por su parte, las medallas de los proyectos olímpicos y paraolímpicos fueron creadas en conjunto por la CMB y el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos Río 2016.

En abril y agosto de 2015 se lanzaron nuevos modelos de monedas conmemorativas de los Juegos: dos ediciones especiales, en oro y plata, y una versión de la moneda de R$ 1, destinada a circular en el mercado. Las piezas hacen referencia a los paisajes de Río de Janeiro y a los deportes olímpicos. En febrero de 2016 se lanzó un cuarto conjunto de monedas.

En julio del mismo año, las monedas conmemorativas pasaron a ser comercializadas por el Club de la Medalla de la Casa da Moeda y en las tiendas oficiales de la Río 2016, en Copacabana y en el Parque Olímpico. La moneda de oro homenajeaba, además del al Cristo Redentor, la carrera de 100 metros llanos. Por su parte, las de plata rendían tributo a Río de Janeiro: los anversos, con paisajes conocidos, donde el carioca practica deportes tales como remo, carrera, ciclismo y vóleibol de playa; los reversos, con aspectos de la cultura y de la naturaleza de la ciudad y de Brasil. Tonina (especie de marsopa), Bromelia, Arcos de Lapa y Bossa Nova inauguran las cuatro series temáticas: fauna, flora, arquitectura y música, respectivamente.

En 2014, la Casa da Moeda fue elegida como proveedora oficial de medallas de premiación y participación de los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos Río 2016, realizados en la ciudad de Río de Janeiro.

Detalles de las medallas: los diseños fueron creados por los profesionales de la CMB

Montaje de una de las medallas paraolímpicas. Llaman la atención los elementos sonoros internos.

Las medallas MÁS sostenibles de la historia [G4-EN2]

Los procesos de producción de las piezas olímpicas dejaron un legado de conocimiento a la Casa da Moeda. La empresa ya había producido las medallas para los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007 y para los Juegos Mundiales Militares de 2011, también realizados en esa ciudad, pero el alcance y las especificaciones del proyecto olímpico representaron un desafío mucho más grande, que exigió soluciones innovadoras en diseño, materiales y manufacturación. Participaron más de 100 empleados en las diversas etapas de producción.

Desarrollados en colaboración con el Comité Organizador de los Juegos, los proyectos artísticos de las medallas tienen la firma de los profesionales de la CMB. El equipo tuvo libertad para los dibujos, que incluyeron una nueva representación de la diosa griega Nike (que personifica la victoria) y elementos recurrentes, como cantos rodados y arcos. Por primera vez, las medallas paraolímpicas recibieron, en su interior, elementos (esferas de acero) que emiten sonidos diferentes, lo que permitió a los atletas con deficiencia visual diferenciar las medallas de oro, las de plata y las de bronce. Para ello, la CMB alineó innovación en diseño con reutilización de materiales. Las esferas se extrajeron de equipamientos antiguos y sin uso. Las cajas de resonancia instaladas dentro de las medallas se confeccionaron con sobras de metales que serían descartados.

Un detalle del proceso de acuñación de las medallas olímpicas

En 2015, la Casa da Moeda inició el proceso de obtención de la certificación del Forest Stewardship Council® (FSC® - FSC-C128498), organización no gubernamental de actuación internacional representada en Brasil por el Consejo Brasileño de Manejo Forestal. La certificación FSC fue una exigencia para el acuerdo firmado entre la Casa da Moeda y el Comité Organizador de los Juegos. Todo el material de origen forestal producido por la CMB para los Juegos debería, por determinación del Comité, ser suministrado por empresas que observaran los preceptos del FSC.

Esa organización divulga principios y recomendaciones para el uso sostenible de recursos provenientes de operaciones forestales. Su certificación es la garantía de que toda la materia prima de origen forestal usada por la empresa certificada se obtiene mediante un proceso ecológicamente responsable, socialmente justo y que observa las leyes. Luego de definir procedimientos para el control y la gestión de toda la cadena de proveedores de la organización y de un plan de capacitación basado en los requisitos normativos vigentes, la Casa da Moeda obtuvo, en marzo de 2016, la certificación FSC. La CMB es la primera entidad de su sector en América Latina que recibe este certificado.

Además, varios otros avances en sostenibilidad se obtuvieron en los productos hechos para los Juegos. El empleo de materiales reciclados fue una novedad para la Casa da Moeda, que creó nuevos procesos de prospección y evaluación de proveedores. Las materias primas recicladas que se seleccionaron respondieron a exigencias de rastreo y control de procedencia, incluso aquellos materiales que provenían de la CMB, así como también a inspecciones y visitas a proveedores, cooperativas de reciclaje, minas y refinadoras.

Las medallas paraolímpicas recibieron elementos que emiten sonidos diferentes para que los atletas con deficiencia visual diferencien las medallas de oro, plata y bronce.

El Forest Stewardship Council (FSC) certificó a la Casa da Moeda por el empleo de la madera ecológicamente responsable en la producción de los estuches

El oro usado en las medallas proviene de yacimientos que no usan mercurio en el proceso de extracción, lo que evita el impacto del metal pesado sobe el suelo y las aguas. También se emplearon metales reciclados (cobre y plata) en las aleaciones. Parte de la plata adquirida y usada proviene de residuos de espejos, de desempañadores de parabrisas traseros de automóviles (pintura conductiva extraída de piezas descartadas de la flota de la CMB), soldaduras que contienen plata y placas de rayos x (fotolitos). Todo el material pasó por procesos de extracción, fundición y purificación.

Más del 40 % de todo el cobre utilizado en la producción de las medallas de bronce proviene de residuos industriales de la propia CMB, en forma de barras y viruta. El material se descontaminó y fundió en la misma empresa para dar origen a la aleación necesaria para la confección de medallas. El Comité Río 2016 supervisó y monitorizó todo el proceso de reciclaje. Por otra parte, aproximadamente el 50 % de la composición de las cintas para las medallas de premiación olímpicas y paraolímpicas proviene de hilos de material PET reciclado. La madera de los estuches que acondicionan las medallas es de origen certificado y ambientalmente responsable.

Todo ese cuidado con el origen y con el manejo de los materiales utilizados en la producción fue reconocido a nivel internacional. En reportaje de la agencia de noticias Reuters, publicada en junio de 2016, las medallas se describieron como “las más sostenibles de la historia de las Olimpíadas”, con gran destaque dado al empleo de metales provenientes de reciclaje y al uso de oro extraído de forma ambiental y socialmente sostenible.

Hasta noviembre de 2016, la Casa da Moeda había recibido 15 medallas olímpicas para diversos tipos de reparaciones. Las piezas se sometieron a pulido y baños de barniz para recuperar sus características originales, comprometidas por manejo y acondicionamiento incorrectos. Antes de ser devuelta, las medallas pasaron también por análisis que fundamentaron un informe acerca del proceso de restauración. La cantidad de medallas devueltas (aproximadamente el 0,3 % del total producido) está dentro de los niveles previstos por la planificación de la CMB.

El oro usado en las medallas proviene de yacimientos que no usan mercurio en el proceso de extracción, lo que evita el impacto del metal pesado sobe el suelo y las aguas

Las medallas olímpicas (arriba) y las paraolímpicas de oro (a la izquierda), plata (en el centro) y bronce